La Secretaría general de la Comisión Islámica de España y Presidencia de la Unión de Comunidades Islámicas de España, representando a los ciudadanos musulmanes de nuestro país, manifestamos:

Dijo Dios Excelso: “...quien mata a alguien inocente, a alguien que ni ha matado ni corrompido en la tierra, es como si hubiera matado a la humanidad entera, y quien le salva es como si hubiera dado la vida a la humanidad entera ...” (Corán, Almeida 5, 34)

Tanto el Corán como la Zuna (Sunna) expresan la prohibición y reprobación del gravísimo pecado de matar a otro ser humano. Quedando tal trasgresión equiparada y conexa al genocidio, a los delitos de lesa humanidad.

Por todo ello, el terrorismo y sus actos criminales contra la población civil son claramente declarados contrarios al credo islámico, y contra cuyos actores e ideólogos se debe luchar para erradicar la extensión de aquellos que corrompen la mente y alma humanas por el planeta, aumentan el sufrimiento entre las víctimas inocentes, y generan más odios.

En cuanto a la actitud de la ciudadanía hacia sus convecinos musulmanes, ante tales masacres criminales, debemos efusivamente manifestar nuestro agradecimiento al conjunto de todo el pueblo español, quienes habiendo estado ya sufriendo la lacra de la violencia terrorista, al enfrentarse a este nuevo terrorismo internacional, ha sabido diferenciar y discernir claramente que los atentados terroristas contra la ciudadanía española provenían de una minoría con odios sociópatas, que nada tienen que ver con el conjunto de la comunidad musulmana nacional e internacional.

En todo momento, los musulmanes experimentamos un sentimiento profundo e íntimo de solidaridad con las víctimas del terrorismo y sus familiares, teniéndoles presentes en nuestro recuerdo y oraciones, sintiendo en lo más profundo sus sufrimientos. Así mismo, con ellos, rogamos también para que no vuelvan a repetirse tan brutales actos criminales. Percibimos y sentimos a nuestros conciudadanos no musulmanes como hermanos también, porque lo son; y su dolor es nuestro dolor, estamos unidos con un mismo destino; nuestro más hondo sentir está con las victimas de esta abyecta sinrazón terrorista.

Nuestro más sentido agradecimiento es también, por supuesto, para la actual Administración, quienes no se han dejado influenciar por la constante propaganda en contra del Islam, los musulmanes y sus instituciones; y han continuado trabajando de manera responsable e íntegra intentando desarrollar el Acuerdo Islam – Estado, con visión de futuro para una fructífera mutua cooperación y normalización de la vida ciudadana.

Hemos de señalar, de manera muy notable, la postura inteligente del actual Gobierno de la nación, encaminada a ganarse a las nuevas generaciones de ciudadanos musulmanes en España, comprendiendo asimismo que son unos convecinos, ciudadanos y electores más, a los que hay que atender y, sin discriminación, velar por que se cumplan también sus derechos constitucionales, en un futuro común más justo.

No podemos pasar por alto el efecto negativo sobre la opinión pública que ha provocado algún medio de comunicación, así como algún miembro de la clase política, en sus manifestaciones irresponsables, descuidadas a veces, e intencionadas otras, por la terminología utilizada para tratar el tema del terrorismo internacional o basista, que bien de forma casi subliminal, o más explícitamente, extiende falacias de confrontación religiosa y alarma social antiislámica. Influencia ésta que han soportado últimamente los espectadores, y dolor que han sufrido las víctimas de nuevo, ante la cobertura informativa de los debates de la Comisión de Investigación sobre el 11-M.

Como ciudadanos y como representantes de una comunidad religiosa de notorio arraigo en España debemos rechazar de manera rotunda y enérgica cualquier limitación de la libertad religiosa que se quiera imponer con pretexto de la lucha antiterrorista, ya sea por convencimiento islamófobo de quienes la instigan o, lo que sería incluso más alarmante, como si estuvieran dando palos de ciego al no saber en realidad de dónde proviene la amenaza terrorista. Las libertades que disfrutamos en la actualidad los españoles en nuestro marco constitucional, nos han costado mucho tiempo y esfuerzo conseguirlas, para ahora involucionar por presiones de unos u otros extremistas.

La comunidad musulmana en nuestro país ha estado sufriendo en los últimos años, desprecios, discriminaciones, presiones de todo tipo y una continua difamación injuriosa a su alrededor; no obstante la calma estoica ha sido la nota dominante entre los musulmanes y musulmanas. La paciencia y la esperanza en un futuro mejor para todos deben reinar en el seno de la comunidad musulmana, a la que llamamos a la serenidad ante las provocaciones de algunos, y a continuar en el trabajo productivo para el desarrollo económico de España y la convivencia pacífica entre todos los conciudadanos de todo credo.

Por ello instamos a los musulmanes españoles e inmigrantes a que mantengan una postura activa en la sociedad a todos los niveles. No deben los ciudadanos musulmanes retraerse en la intimidad de sus hogares como un refugio interior. Llamamos a participar en la vida pública, a estar presentes entre los demás convecinos, participando integrados en las actividades vecinales, en los barrios, en los municipios, en actividades formativas, culturales, de voluntariado, de ayuda solidaria, en las instituciones... porque el musulmán debe ser un conciudadano más, habitual en la sociedad y mostrando que forma parte activa de ella, de la forma más normal y natural.

Debemos todos los musulmanes estar vigilantes, eso sí, y a ello exhortamos, en aras a la seguridad del Estado, porque la seguridad de todos incumbe a todos y, en los tiempos que nos ha tocado vivir, en mayor medida a los musulmanes. Efectivamente, la detección precoz de individuos o focos proclives al odio y a la violencia, necesita de nuestra colaboración; también se necesita la perspectiva musulmana para la comprensión de las causas de la organización, desarrollo y puesta en marcha de ciertas bandas armadas. Conociendo el origen y las circunstancias que confluyen, se pueden acometer acciones racionales y efectivas para la prevención del delito y en la lucha antiterrorista. Debemos estar siempre en disposición de ayudar, asesorar y aportar lo que esté en nuestras posibilidades por el bien de todos.

Como reza el Corán y la Zuna, deben regir nuestras vidas valores de paz y fraternidad, de libertad y solidaridad. Debemos además fomentarlos, dando ejemplo y colaborando para crear los espacios necesarios en que se desarrollen y se siembre la semilla de una España, una Europa y un mundo mejor.

En Madrid, a 07 de marzo de 2005

Fdo.: Riaÿ Tatary Bakry

Secretario General

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